El padre bueno y el buen padre
Padres buenos hay muchos, buenos padres no tantos. No creo que haya cosa más difícil que ser un buen padre. En cambio no es difícil ser un padre bueno. Un corazón blando basta para ser un padre bueno; en cambio la voluntad más fuerte y la cabeza más clara son todavía poco para ser un buen padre.
- El padre bueno quiere sin pensar.
+El buen padre piensa para querer.
- El padre bueno sólo sabe decir que sí.
+ El buen padre dice que sí cuando es sí, y no cuando es no.
- El padre bueno hace del niño un pequeño dios que acaba en un pequeño demonio.
+El buen padre no hace ídolos; vive la presencia del único Dios.
- El padre bueno amanteca la voluntad de su hijo ahorrándole esfuerzos y responsabilidades.
+ El buen padre templa el carácter del hijo llevándolo por el camino del deber y del trabajo.
-Y así, el padre bueno llega a la vejez decepcionado y tardíamente arrepentido.
+Mientras el buen padre crece en años respetado, querido, y a la larga, comprendido.